Resumen
LEERLos vídeos que se pueden comprar son vídeos cortos donde puedes hacer clic y comprar productos mientras los ves. Simplifican el proceso: sin pasos extra, sin cambiar de página. Solo míralo, tócalo y cómpralo.
Pero la verdadera razón por la que funcionan tiene menos que ver con la tecnología y más que ver con la audiencia y el comportamiento humano. Las personas están conectadas de ciertas maneras, y los vídeos que se pueden comprar se alinean con esos patrones.
Así es como funciona.
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La atención es lo primero: crea expectación en torno a tu marca
Si no tienes atención, nada más importa. Nuestros cerebros perciben el movimiento antes que el texto o las imágenes fijas. Así es como estamos construidos.
En un feed repleto de imágenes, un vídeo destaca de inmediato. Una vez que te hayas centrado en el usuario, dispondrás de unos segundos para mostrarles el producto.
Cómo usar esto:
- Mantenga los clips cortos.
- Muestra el producto que se está utilizando.
- Pon personas en el vídeo porque las caras llaman la atención.
El atractivo de las recompensas instantáneas: recompensa a los usuarios a través del contenido
A la gente le gustan los resultados rápidos. Los psicólogos llaman a esto gratificación instantánea. Los vídeos que se pueden comprar eliminan escalones, por lo que comprar es rápido.
Si alguien tiene que dejar el vídeo y abrir una página nueva, puede perder el interés. Pero si pueden tocar y comprar allí mismo, es más probable que lo hagan.
Cómo usar esto:
- Integre los botones directamente en el producto.
- Haga que el proceso de pago sea sencillo. Uno o dos pasos como máximo.
- No integre formularios que retrasen a las personas.
Por qué es importante la confianza: la confianza y la autenticidad impulsan las compras
La gente quiere pruebas antes de comprar. Observan lo que hacen los demás. Esto es una prueba social.
Cuando un vídeo en el que se puede comprar muestra a alguien usando un producto, parece real. Es más fácil confiar en él que en texto plano o en un anuncio sin contexto.
Cómo usar esto:
- Añade clips de clientes que utilizan el producto.
- Muestra citas rápidas o reseñas breves.
- Comparte números reales si puedes, como «3000 pedidos el mes pasado».
Comprar con sentimientos: interactúa con el público a nivel emocional
La mayoría de las compras comienzan con emociones. La lógica suele quedar en segundo lugar. Los vídeos que se pueden comprar despiertan más emociones que los anuncios fijos porque mezclan sonido, imágenes y temas.
Si alguien se siente bien mientras lo ve, relaciona esa sensación con el producto. Con frecuencia, eso es suficiente para empujarlo a comprar.
Cómo usar esto:
- Mantén las historias sencillas. Muestre el producto resolviendo un problema real.
- Muestre a personas reales, no a actores, leyendo un guion.
- Usa escenarios naturales, no escenas escenificadas.
Demasiadas opciones matan la acción
Nuestro cerebro se abruma cuando enfrenta demasiadas opciones. Esto se denomina sobrecarga de opciones. Cuando las personas se enfrentan a demasiados productos, se quedan congeladas y no compran nada.
Los vídeos interactivos suelen centrarse en un solo producto, lo que acelera la decisión de compra. Las elecciones sencillas implican una acción más rápida.
Cómo usar esto:
- Concéntrese en un producto por vídeo.
- Si muestra más de uno, enumérelos en orden.
- Mantén limpios los diseños. Sin desorden.
El impulso de la urgencia
Las personas se mueven más rápido cuando el tiempo parece limitado. La escasez siempre es buena, crea presión. Nadie quiere perdérselo.
Los vídeos pueden mostrar la urgencia mejor que el texto. Puedes añadir un temporizador, decir que las acciones están bajas o apuntar a una oferta a corto plazo.
Cómo usar esto:
- Dígalo claramente: «Solo quedan unos pocos» o «La oferta termina hoy».
- Mantén los vídeos cortos para que el mensaje sea rápido.
- No finjas la escasez. Si la gente se da cuenta, mata la confianza.
La memoria funciona mejor con las historias
La gente recuerda las historias y las imágenes más que el texto plano. Los vídeos que se pueden comprar combinan ambas cosas. Incluso si alguien no compra de inmediato, recuerda lo que vio. Creas una conexión profunda y emocional.
Ese recuerdo es más fuerte que el de un anuncio publicitario o una foto de producto. Más tarde, cuando están listos para comprar, les viene a la mente el vídeo.
Cómo usar esto:
- Repite el nombre del producto y los detalles clave más de una vez.
- Termine con una imagen clara del producto.
- Usa colores o música consistentes para que se pegue.
Otro factor es el contexto. La gente ve vídeos en diferentes lugares. Es posible que alguien en las redes sociales solo te dé unos segundos. Es posible que alguien en tu sitio web se quede más tiempo. El estilo del vídeo debe coincidir con la configuración. Los clips cortos funcionan mejor en un feed. Los más largos caben en la página de un producto. No existe un único formato perfecto. Lo que importa es conocer a las personas donde están y asegurarse de que la opción de compra siempre sea fácil de encontrar.
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Juntándolo
Los vídeos que se pueden comprar funcionan porque coinciden con la forma en que piensa la gente. Llaman la atención, facilitan la compra, generan confianza, despiertan emociones, reducen la indecisión, crean urgencia y dejan una huella duradera.
No necesita herramientas complejas para aplicar esto. Mantenlo simple. Centra cada vídeo en un producto, muestra cómo se está utilizando y agiliza el proceso de compra. Añade pruebas, mantén el tono real y evita el desorden.
Cuando alineas tus vídeos con la psicología básica, no estás obligando a la gente a comprar. Solo estás haciendo que sea más fácil para ellos hacer lo que ya quieren hacer. Entonces, ¿a qué esperas? Es el momento de hacerlo. elige también tu vídeo para comprarYo elijo, y explora el potencial infinito.